PLUMARTILLO DE ARESTI - 4
Nos damos al lamento demasiado a menudo
Que estamos huérfanos que nos dejaste huérfanos
Como si el poeta no estuviera siempre huérfano y solo
Ahora aquellos universitarios vascos de Barcelona
Se han vuelto cuervos y ensangrentando su pico en nuestro corazón
Repiten cruelmente
nevermore
Se han colado las negras sombras del exterior
Y amplían el dominio de la oscuridad nos ofrecen
Una blanda cama de blancas plumas
En correcta oposición
Traen en el pico la respuesta a todas nuestras preguntas
nevermore
En la tranquilidad de la cordura se niegan a volar
Y su nombre es su respuesta
nevermore
Nunca más desnudar poemas desnudos
Nunca más dejar que el agua haga cauce
Hay que encauzar el agua mea culpa mea culpa
nevermore
No quieren creer que estamos en las últimas
Ultimo mar Ultima vida
Playa de la muerte donde no llega ola
Y andas de pico en pico y te alaban
No sabes cuánto necesitan tus piedras
Las plumas arrepentidas
nevermore
Te salvará de nuestra condena no haber entonado el mea culpa
Tu poesía se regala en páginas de oro
Y se vende barato esta puta que Aresti tanto amó
No quieren reconocer a la patria las fronteras del corazón
nevermore
Poeta castrado te han acostado sobre resecas plumas
No puedes leernos pero te conjuramos
Te debemos un par de tertulias
Que respiramos por las heridas que tu estirpe se perdió
Que los renteros se adueñaron de la casa de tu padre
Han hecho nido en nuestras heridas no quieren salir
nevermore
Ayúdanos echemos a pedradas cuervos y renteros
O es que no quieres tu casa nuestro molino imaginario
Los espantaremos y no se atreverán a atacarnos
No empuñarán lanzas no son quijotes
Su locura es sólo aparente
Nos gritarán desde la barricada más fotografiable
O harán su nido en el Arbol de Gernika
En aquellas ramas de las que cuelgan los mejores hijos de este maldito pueblo
Y no les permitiremos volver
nevermore
Y vengan todas las aguas prohibidas a derrumbar tu casa
Y nos coja dentro
Si no transformamos en martillo la poesía que nos dejaste
Si no transformamos en poesía el martillo que nos dejaste
Cobardes poes
nevermore
© Koldo Izagirre